Los golpes en los dientes de leche y en los dientes permanentes jóvenes son un problema frecuente. Existe una amplia clasificación de las lesiones que pueden sufrir los dientes, que van desde fractura pequeña de una parte de la corona del diente, que es la parte que podemos ver, hasta una fractura de raíz, o hasta la salida del diente de su lugar. Es importante que el niño que sufra cualquier tipo de trauma en sus dientes sea revisado por el dentista, ya que aunque no haya fracturas o daños visibles, los golpes pueden causar daños irreversible en el sistema nervioso y circulatorio del diente.
Dientes de leche
Con frecuencia se observan niños pequeños con dientes de leche oscurecidos o casi negros; esto ocurre generalmente en los dientes anteriores superiores pues son los que mas están al “alcance” de golpes y caídas, pero de igual manera puede suceder en cualquier pieza dental que reciba algún tipo de trauma. Estos golpes comúnmente no manifiestan signos o síntomas hasta semanas o meses después. Un diente oscuro indica que el nervio está “muerto” y que la pieza no manifiesta sensibilidad, aunque puede correr el riesgo de desarrollar un absceso dental debido al golpe, causándole dolor y molestias al niño Es recomendable controlar radiográficamente dichas piezas e intervenir oportunamente en caso de ser necesario. Otro tipo de lesión que pueden sufrir los dientes de leche son las fracturas en la corona, que es la parte del diente que podemos ver a simple vista. Muchas veces la fractura es tan chica que no es necesario ningún tipo de tratamiento, pero otras veces puede existir sensibilidad, principalmente al frío o al calor. Si el diente no es tratado a tiempo puede causar problemas en el nervio y hasta la muerte del diente. Existen ocasiones en que la fractura puede llegar hasta el mismo nervio, lo que ameritará tratamiento inmediato para evitar que el niño sufra dolor.
En caso de que ocurra la pérdida de un diente de leche, lo que se conoce comoavulsión, no es recomendable volver a colocarlo en su lugar, pues normalmente no se reimplantan y si lo hacen, corren el riesgo de anquilosarse, lo que podría perjudicar la pieza permanente.
En casos donde exista movilidad después del golpe es importante tomar radiografías para ver si existe fractura de raíz o del hueso alrededor. Si no hay fractura y la movilidad no es mucha, podemos predecir que el diente recuperará su estabilidad sin necesidad de tratamiento. Si la movilidad es exagerada es preferible sacar el diente para evitar más molestias y dolor al niño. Posteriormente ya que el tejido haya sanado se debe colocar un mantenedor de espacio para prevenir que el espacio se pierda y que el diente permanente no tenga problemas al momento de salir.
Si el diente se intruye, o sea que se mete con el golpe, generalmente “erupciona” nuevamente sin ningún tipo de tratamiento, pero es necesaria la toma de radiografías para observar si ha causado algún daño en el diente permanente.
Dientes Permanentes
En los casos de trauma en dientes permanentes, trataremos de conservar hasta donde sea posible la pieza, pues éstas ya son piezas definitivas y la única forma de reemplazarlas sería con la colocación de una prótesis. El tipo de trauma que puede sufrir una pieza permanente es básicamente el mismo que un diente de leche: fracturas a nivel de corona o raíz, diferentes grados de movilidad, desplazamientos, salida del diente del alvéolo o avulsión y entrada del diente en el alvéolo o intrusión. Las fracturas a nivel de la corona se tratarán reparando la porción afectada, al menos que dicha fractura esté muy cerca del nervio del diente, o incluya exposición del nervio; en estos casos el tratamiento dependerá del nivel de formación de la raíz del diente; cuando el diente permanente recién erupciona en la boca, su raíz no ha terminado de formarse y si el golpe sucede en este momento puede provocar que la raíz no termine su crecimiento. Entonces, será necesario estimular el crecimiento o su cierre, para luego realizar una endodoncia o “root canal” — todo esto para mantener el diente en su sitio. Sea cual sea el tipo de trauma que sufra un diente permanente, lo importante es evaluar qué tanta raíz se ha formado, ya que mientras menos raíz exista, menos favorable será el diagnóstico.
Si el golpe causa movilidad, desplazamiento o fractura de la raíz, es necesario estabilizar el diente utilizando algún tipo de férula que puede ser con alambres, resinas o brackets. Esta estabilización ayudará a que el diente se mantenga en su lugar y dará tiempo a que las “heridas” sanen.
En los casos de intrusión, es importante establecer el grado de intrusión y si ha habido fractura del hueso; puede ser que el diente vuelva a su lugar por sí solo, pero de no ser así deberá colocarse en su posición por medio de ortodoncia. En estos casos, es frecuente encontrar problemas de reabsorción radicular o acortamiento de raíz si la comparamos con la raíz de su diente homólogo. La reimplantación es un término utilizado para describir la reposición de un diente que ha sufrido avulsión, o sea la salida del diente de su lugar. El factor tiempo juega un papel muy importante para el éxito de una reimplantación; un diente que ha estado afuera de la boca durante más de 30 min. Tendrá un pronóstico poco favorable; por esto un diente avulsionado debe encontrarse y reimplantarse los más pronto posible. Tome en cuenta lo siguiente:
1- Mantenga la calma.
2- Recupere el diente lo mas rápido posible.
3- Lave el diente con agua corriente. NO lo restriegue, lave o desinfecte con ninguna sustancia química.
4- Trate de colocarlo inmediatamente en su lugar y manténgalo presionado durante 5-10 min. Con una gasa, algodón o servilleta. Si no es capaz de re-colocar el diente, envuélvalo en hielo picado, colóquelo en un recipiente con agua tibia y una cucharadita de sal, o en un vaso con leche. Si no tiene al alcance ninguno de éstos, entonces colóquelo si es posible debajo de la lengua del niño o en su propia boca.
5- Lleve al niño inmediatamente al dentista para su evaluación, toma de radiografías y estabilización.
Mejor Prevenir que lamentar
Durante todo su desarrollo, niños y adolescentes estarán expuestos a sufrir accidentes, caídas y golpes que pueden a su vez causar traumatismos en el complejo bucal, dientes, huesos maxilares y cara. Es importante en estas situaciones conservar la calma y buscar ayuda profesional lo antes posible, pues mientras más pronto reciba atención, mejor será el pronóstico y la recuperación. Trate de aplicar presión con una gasa o una toalla si el niño está sangrando; también puede colocarle compresas frías o hielo mientras acuden a la consulta o al cuarto de urgencias.
Llame inmediatamente a su dentista si:
1- Se ha fracturado gran porción del diente.
2- Se observa un punto rojo en el diente, por adentro de la fractura.
3- Alguna pieza dental ha sido movida severamente de su posición normal.
4- Existe dolor.
Llame a su dentista con más calma:
1- Si se ha fracturado una pequeña porción del diente o si sólo se ha astillado.
2- Si el diente se ha desplazado ligeramente de su lugar.
3- Si el diente manifiesta sensibilidad a bebidas y alimentos fríos.
4- Si tiene usted alguna inquietud o pregunta.
Este artículo es un aporte de:
Hospital Pediátrico San Fernando,
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